¿Por qué hay que usar “after sun” después de la exposición solar?
Que hay que protegerse del sol es algo que ya hemos interiorizado todos en mayor o menos medida y en pleno 2020 a nadie se le ocurre pensar que el sol no nos hace daño.
Que hay que protegerse del sol es algo que ya hemos interiorizado todos en mayor o menos medida y en pleno 2020 a nadie se le ocurre pensar que el sol no nos hace daño.
Bueno, dejémoslo en una “gran mayoría” porque de todo hay en la viña del señor y más en estos tiempos.
Durante años, hemos ido aprendiendo cuál es nuestro fototipo, que FPS nos conviene e incluso nos hemos convertido en expertos en la aplicación y reaplicación de nuestro protector solar.
Sin embargo se nos sigue olvidando el último gran paso: terminar nuestros días de playa o piscina usando un buen aftersun.
Si os quedáis un ratito con nosotras os contamos porque es fundamental usar estas cremas específicas y porque no te vale “tu hidratante de todos los días” cuando te has dado una buena tupa de sol.
1- Sí, lo más importante es rehidratar la piel, pero también regenerar todo lo que se ha dañado. Que el sol deshidrata no es ninguna novedad, perdemos agua, y la elastina de nuestra piel se degrada, por lo que tenemos que emplear un producto específico, que sea rico en ingredientes hidratantes y humectantes, como el Aloe Vera o el Ácido Hialurónico y también en ingredientes que nos ayuden a reparar ese daño, como el Pantenol, que un “must” por sus propiedades humectantes y su capacidad para favorecer el proceso natural de regeneración de la piel.
2- El sol también nos irrita e inflama nuestra piel, aunque no siempre lo veamos.
No hace falta tener una quemadura nivel “guiri” para que nuestra piel necesite bajar la inflamación. Ingredientes como la Centella Asiática o el Bisabolol pueden ayudarnos a calmar nuestra piel. Además, en algunas ocasiones, encontramos también ingredientes como el mentol o la camomila, que nos van a dar esa sensación tan gustosa de calma instantánea y sensación de frescor.
3- Evitan que te descames y te peles a la primera de cambio. Y esto se traduce en que ese bronceado que tanto te gusta dure más, y tú piel se vea más radiante, luminosa y uniforme.
4- Conviértelo en un ritual agradable y no te lo tomes como una obligación. No hay nada más placentero que cuidar la piel después de un día de playa, y actualmente puedes encontrar en la farmacia distintos formatos que te facilitaran la aplicación.
Nuestro consejo: no deseches tu after sun según llegues a tu ciudad, mantén esta rutina unos días o incluso unas semanas después de volver de vacaciones. Tu piel te lo agradecerá y notarás tanto los beneficios de haberte pasado al “after sun” que se convertirá en un indispensable más de tu neceser de verano.